
Anteriormente ya conocía esta dinámica. Mi primer día de clase en el instituto, mi tutora, decidió realizarnos esta especie de juego para que nos conociésemos, rompiéramos el hielo y no nos diese vergüenza hablar. Consistía en pasar el ovillo a una persona de modo que quien la recibía se describiría diciendo su nombre, colegio del que provenía y gustos. Al principio me pareció una tontería y además me produjo bastante miedo, ya que me da bastante reparo hablar en público, sin embargo todos se fueron presentando y fuimos aprendiendo cosas unos de otros coincidiendo en gustos y sintiéndonos un grupo muy igualitario. En mi opinión es buena estrategia para que los miembros de un grupo se den a conocer.
En el caso de la epd, lo que hicimos fue muy parecido, consistía en pasar el ovillo de lana y hacer una pregunta a otro compañero relacionado con la didáctica. Por lo tanto, los recursos son el ovillo de lana y el factor humano. En este caso Almudena, pretendía evaluar nuestro aprendizaje y mostrarnos que a pesar de no tener un examen aprendemos muchas cosas ya que estamos relajados, sin tener que coger apuntes y prestando atención. Lo bueno de esta asignatura, es que es muy interesante para todos y Almudena sabe como hacer que nos guste, nos transmite deseo por aprender sobre ella.
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